Presentado por el Dr. Michael Conforti
Analista junguiano, y fundador y director del Instituto Assisi.
Seguido por los comentarios de la invitada especial, Dra. Magda di Renzo,
analista junguiana, psicóloga y psicoterapeuta del desarrollo infantil
Sábado, 9 de diciembre de 2023
Hora de Europa Central (UTC +1): 6pm – 7.30pm
Seminario web en vivo a través de Zoom
La inscripción incluye recibir posteriormente la grabación en vídeo de la presentación.
Precio: $25
Esta es la tercera presentación que forma parte de la Serie de Programas Públicos de la Fundación Asís, que se centra en nuestro tema programático de los Crímenes contra la Humanidad.
En una época en la que la psique personal y colectiva parece anhelar un cambio radical de perspectiva y enfoque, tenemos la esperanza que iniciativas como ésta puedan ayudar a nuestra comunidad global a afrontar, comprender y responder a estos tiempos inquietantes y turbulentos de una manera más conmovedora, transformadora y sanadora.
El propósito de esta serie es:
Desde la antigüedad hasta el presente, los niños han evocado nuestro mayor amor y ternura. Cada nuevo nacimiento habla de nuestro futuro, garantizando que la vida continúe. Nos regocijamos en la facilidad de sus sonrisas y en su asombro absoluto ante las cosas más sencillas de la vida porque “saben” que su presencia asegura nuestro lugar en el mundo.
Esto es precisamente lo que llevó a la humanidad a considerar erróneamente a los niños como una digna ofrenda a Dios a cambio de su bendición. El nacimiento del niño sagrado -ya sea Jesús, Zeus o cualquiera de los héroes míticos- habla del surgimiento de un nuevo orden. Los guardianes del antiguo orden, temiendo el fin de su reinado de poder, buscan eliminar esta nueva vida.
Ya sea que representen al redentor, al niño sagrado, a la víctima del sacrificio o a un codiciado objeto sexual, los niños se sitúan en el epicentro de las emociones más fuertes de la humanidad, y matarlos siempre ha sido un acto “Contra Naturam”, contrario a la naturaleza. Cuando Abraham se disponía a clavar el cuchillo en el pecho de su hijo, los ángeles le detuvieron, llorando y suplicando a Abraham, a Dios -o quizá incluso a una humanidad futura- que comprendiera que nadie puede jamás quitarle la vida a un niño.
¿Puede la guerra, o cualquier otra cosa, justificar alguna vez el ataque y asesinato de niños? Gran parte de la vida y el futuro de un niño quedan suspendidos y paralizados por los embates de la guerra. Sus cuerpos desgarrados y destrozados reflejan sus almas heridas y fracturadas, que quizá no vuelvan a experimentar una vida que otros dan por sentada. Su mundo de miedo y terror les mantiene prisioneros, sin atreverse quizá a mirar nunca más al exterior. En este mundo de momentos congelados, puede que vuelvan a encontrar el calor que tan desesperadamente necesitan para poder confiar y darle la bienvenida a su alma nuevamente a su vida.
En su autobiografía, Elie Wiesel escribe: “¿Alcanzaré alguna vez… adquirir la imaginación necesaria para describir lo que sucede en el corazón de un padre que, movido por un repentino impulso de loca esperanza, entrega a su hijo pequeño a un transeúnte desconocido, rezando para que este último gesto paternal pueda salvar la vida del niño? ¿O podré describir a una madre que, en el umbral de una locura muda, arroja a su bebé fuera del vagón de ganado, con la esperanza de que un campesino misericordioso lo atrape? ¿Y lo conserve? ¿Seré capaz de leer en su dolor el significado de su gesto?”. (Pág. 150)
Habiendo aprendido de Jung y de los pioneros que estudiaron el dominio de lo arquetipal, y las nefastas consecuencias de las irrupciones de este oscuro inconsciente, debemos preguntarnos: “¿Qué es posible, si es que hay algo posible, para devolver a la vida del niño algún significado o incluso una pizca de alegría?”.
¿Es siquiera factible ayudar a los niños afectados por la guerra a sobrellevar los terrores y la desesperanza de incontables ayeres y hoy? ¿Podemos encontrar la manera de que tengan la más mínima esperanza en el mañana? No se trata sólo de nuestro mayor reto, sino de una necesidad absoluta para asegurar nuestro futuro.
Luego de la presentación del Dr. Conforti, tendremos los comentarios de una invitada especial, la Dra. Magda di Renzo. Con más de 40 años de práctica clínica como analista infantil junguiana, la Dra. di Renzo tiene una capacidad única para adentrarse y comprender el trauma y el terror de los niños. Ella explora dónde puede encontrarse el último rayo de esperanza y ofrece un medio para ayudarles a sanar su psique.
Make it possible for someone in an under-served community to attend this and other Assisi Foundation events. By making a donation to our Scholarship Fund we can gift attendance to some of our international students.